Geert Hofstede es sin duda uno de los grandes analistas de
los elementos culturales que afectan las
relaciones entre los seres humanos, bien sea en el ámbito de la interacción
social o cultural. En su famoso “5D-Model”, incluye y explica las 5
dimensiones que son críticas a la hora
de establecer las posibles áreas de tensión cultural: Distancia de Poder,
Individualismo, Masculinidad, Manejo de la incertidumbre y Orientación a largo
plazo.
Si bien su estudio ha
nutrido por su riqueza innumerables estudios sociológicos, el ámbito de la
contratación de talento, estas variables
comienzan a tener una relevancia de gran importancia como quiera que pueden en
muchos casos, ser definitivas a la hora de predecir el éxito de una
persona dentro de algunos sistemas
organizacionales.
Lo traigo a colación
por la recientemente conversación con el CEO de una multinacional, alrededor específicamente de la primera de estas dimensiones: El indicador de
Distancia de de Poder. No pretendo dar
una explicación amplia del término, pero simplemente para ponerlos en contexto,
el PDI señala en qué medida, los miembros menos poderosos de una cultura u
organización, aceptan y esperan que el poder sea repartido de manera" inequitativa". Para ponerlo en otros términos, son aquellas culturas en donde miembros
jóvenes, o menos experimentados esperan la existencia de estructuras jerárquicas,
en donde el poder se concentra arriba y por lo tanto aceptan y esperan que sea
ejercido de esta manera. Suena raro pero si,..son los miembros ubicados en la
base los que propugnan por ser liderados
de esta manera.
En general,
simplemente para ejemplificar, las estructuras familiares tradicionales están organizadas de esta
manera. Existe un respeto por el jerarca de la familia, a veces por el hermano
mayor, y se acepta que dichos miembros ejerzan ese poder imponiendo normas,
estableciendo derroteros o tomando decisiones que los afectan
a todos en su conjunto.
En reclutamiento y
atracción de talento este no es un tema menor. Llevar un profesional de una cultura matricial,
plana, con responsabilidades e indicadores de gestión individualizados y en
donde todos son tratados como iguales; hacia una cultura jerárquica, con el
poder concentrado arriba y en donde el esquema de comunicación y toma de
decisiones es más formal y lento, tiene implicaciones de gran calibre y en
muchas ocasiones es factor irremediable
de fracaso.
Las empresas
multinacionales americanas tienen en
general un PDI bajo, reflejo sin duda de una estructura social en la que los valores de igualdad y libertad
son defendidos. Las culturas europeas y
sobre todo las latino americanas tienden
a mantener jerarquías definidas, con sistemas de comunicación formales, y
esquemas de toma de decisiones excluyentes del talento joven de la organización.
Son dos universos bien distintos y atienden a una escala de valores que sin
entrar a calificarla, es por lo menos
diferente.
Las estadísticas no mienten. Parte importante del porque un
profesional no se acomoda a una cultura o
cargo determinado, está influenciado por el sistema de liderazgo que
ejerce su jefe (en donde el PDI es crítico), o por el sistema de valores que se
respira en la organización. La frase “no me entendí con…” o “no me adapté al
sistema, o “no me gustó su cultura” o “no estuve de acuerdo como manejaron el
sucesor de…”, etc,están en la primera línea de los racionales de renuncia.
Definirlos, tenerlos claro, aceptarlos, y reclutar con base en ellos es pues
tarea indispensable como parte del proceso previo de definición de los
criterios que hay que poner sobre la mesa en un proceso de reclutamiento
exitoso.
Finalmente, mi
sugerencia es que el ejercicio de
definición de los elementos claves constitutivos de cultura, se realice con la alta gerencia.
Constantemente observo una distancia enorme en lo que la alta gerencia cree que es su cultura
vs. lo que realmente la define. Nada más complicado que reclutar, cuando
la alta gerencia cree que su
cultura es plana, incluyente e igualitaria, cuando la realidad es contraria expresada así por sus empleados y percibida
igualmente por el mercado.
Recursos Humanos
tiene en este sentido una responsabilidad definitiva. No es una conversación fácil. Pero
es necesaria.